jueves, 22 de octubre de 2009


Remontarnos al origen del entorno del sur del continente americano, significa por un lado ingresar en el mundo fascinante y misterioso de la paleontología, que estudia todos los seres animales y vegetales que habitaron este suelo hace millones de años y ya no pueden ser encontrados con vida, y por el otro, ingresar al conocimiento de los testimonios que el ser humano fue dejando de su vida y costumbres, en muy diversas formas de expresión, a través de la arqueología.Los dinosaurios evolucionaron a partir de algún pequeño reptil que vivió hace unos 230 millones de años, en una época que los geólogos y paleontólogos denominan Triásico tardío.Una de las características más llamativas del cráneo de los dinosaurios es la presencia de dos aberturas ubicadas detrás de cada uno de los ojos, una encima de la otra, que permitirían a los músculos de la mandíbula aumentar de volumen cuando se contraían durante la masticación, y de una abertura delante de cada ojo que podía haber contenido una glándula. Esta particularidad del cráneo hace que se los clasifique como arcosaurios –que en griego significa reptiles dominantes– junto con sus parientes los los pterosaurios –reptiles voladores–, los cocodrilos, y una gran variedad de formas extinguidas, entre ellas, el Pseudolagosuchus y el Marasuchus.
Un examen de los cráneos de un carnívoro, Allosaurus, un herbívoro, Diplodocus, y un omnívoro, Massospondylus, muestra diferencias anatómicas relacionadas directamente con el tipo de alimentación de cada dinosaurio. Los largos y aserrados dientes del Allosaurus, eran adecuados para capturar, reducir y matar a otros animales. Los finos y reducidos dientes, del Diplodocus estaban, en especial, adaptados para arrancar las hojas de las plantas. Los dientes del Massospondylus eran relativamente pequeños, bastos y multifuncionales, adecuados para comer plantas o animales
Todos los dinosaurios se caracterizan por la posición erecta de las extremidades –parecida a la que se encuentra en los mamíferos– por la cual sujetan al cuerpo desde abajo, manteniéndolo apartado del suelo. Cada una de las extremidades se mueve en un plano más o menos vertical. Esta postura contrasta con la posición casi horizontal de las extremidades de la mayoría de los demás reptiles, los cuales descansan con el vientre en el suelo y los brazos y muslos proyectados lateralmente desde el cuerpo.
¿Cuáles son, entonces, las características propias de los dinosaurios, aquellas que permiten distinguirlos de todos los demás reptiles? Las más destacadas se aprecian en el tarso, que facilitaban el hábito digitígrado de los dinosaurios, y en el acetábulo, la cavidad de la cadera en la que se inserta la cabeza del fémur. El acetábulo de los dinosaurios tiene un borde superior muy desarrollado y un gran orificio en el fondo. En los restantes reptiles, en cambio, el acetábulo no presenta ninguno de estos rasgos. Otra característica de los dinosaurios es el pescuezo con forma de S.
La diferenciación de los dinosaurios
Al poco tiempo de aparecer, los dinosaurios se diferenciaron en dos grandes grupos: Ornitisquios y Saurisquios.En la pelvis de los ornitisquios –en griego, cadera de ave– el pubis estaba orientado hacia atrás y abajo, como en las aves actuales. En la de los saurisquios –en griego, cadera de lagarto– en cambio, el pubis estaba orientado hacia abajo y adelante, manteniendo la disposición que se observa en otros grupos más primitivos.
Los dinosaurios se cuentan entre los animales mas fascinante que hayan existido. Es cierto que no todos eran tan terribles como lo sugieren sus nombres, pero ellos dominaron como amos sobre todos los continentes durante 150 millones de años, impidiendo el progreso de los mamíferos. Como a todos los reptiles, los cubría una piel escamosa y ponían huevos dotados de un amnios.
En cambio, su temperatura corporal se regulaban por si misma, sin que tuviera que calentarse al Sol, y su cuerpo podía adoptar la posición erguida, lo que acercaba a los mamíferos y a las aves. Pero no todos los dinosaurios se parecían; había bípedos, como los gallimimus, o cuadrúpedos, como el estegosaurio; algunos eran rechonchos y acorazados, como el diplodocus (27 m,¡ el largo de 3 autobuses¡); otros no eran más grandes que un pollo, como el compsognathus. Sin embargo, en el seno de esta formidable diversidad, el conjunto de dinosaurios se divida solamente en dos grupos los saurisquios (como el diplodocus o el tiranosaurio), que tenían una pelvis de reptil, y los ornitisquios (corythosaurio o triceratops) cuya pelvis que semejante a la de las aves.

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